lunes, 10 de agosto de 2009

Eres... (mi campeón)

Mi pequeño precioso
rodeado de sonrisas
de ilusiones
de palabras
de sueños
de emociones
y un corazón bello.

Mi sueño
mi despertar
mi abrigo
mi compañero
mi camino enmarañado
tejido de cosas simples.

Sin quererlo... eres
ni más ni menos
eso mismo que apareció un día
en un sueño de aurora
y se convierte día a día
en más y no menos
en más y mucho más.

(podría no decirlo nunca, morir en silencio... pero esto siempre vale la pena... vale la alegría)

sábado, 6 de junio de 2009

Llegó el tiempo

Ven, vente que me hacen falta tus palabras a medio terminar
Ven, que tengo los pies fríos
Vente que no alcancé a abrazarte lo suficiente
Ven que no quiero olvidar tu olor,
ni tu carita sonriente y tu pelo revuelto
Vente que ya es tarde, no hay más tiempo
Ven que el camino está tan marcado
Vente de una buena vez y deja de seguir buscando...
Acaso no te has dado cuenta,
Llegó el tiempo de acampar
Vente que el café se enfría
Vente que lo que buscaba, ya lo encontré!!!

miércoles, 6 de mayo de 2009

Aromas Cotidianos


"-Hola-" ... "-hola-"
-ayer comí ceviche, estaba rico-
-que bien, es rico-
-yo salí a caminar, habían muchas hojas secas-
-sí, ya se nota el otoño-
-me gusta esta época-
-a mí también, pero me da frío-.


Juegas, y juego
fuegos cruzados
Hablas, y hablo,
luego me voy,
te vas, nos vamos.

miércoles, 25 de marzo de 2009

24 /34

Si la cosa es tan fácil
yo voy, tu vienes
te miro, nos miramos, sonreímos.

Y la felicidad es simple,
caminar en noches estrelladas
por calles llenas de hojas
y perros vagos de guardianes
sentenciar los pasos lentos
de compañeros octogenarios.

Voy en bici, toco el 34
bajas, saludas, sonríes.
Subo, hablo y río como chicharra.
Me miras, te miro, bajo la mirada
pienso en dualidades, evado,
me escondo y juego a las palabras.

domingo, 22 de marzo de 2009

Bemoles
Es que esa mirada de perro triste me lastima
aún cuando los años me han enseñado que en casa ajena,
mejor no meterse sin invitación.

Pero soy curiosa, y me mata la idea de saberlo todo
de hurgar en los rincones de un corazón triste, solitario
con esa carga de bici desmontada, que va sin rumbo.

Y parece que nada fue antes de serlo
porque tanta cotidianeidad es capaz de borrarlo todo
porque he de saberlo rotúndo: No fue!

Y ahora pienso en los bemoles de sus manos
tan trémulas y silenciosas como su alma
de niño huérfano, de viajero errante.

Claro que quise darle luz de amaneceres,
pero ni las mejores intenciones cambian realidades
más soles y menos lunas, sonrisas y buena estrella.
No sé
cosa extraña
pues siempre creo saber
pero en realidad, no sé
y quisiera saber
pero, no sé.