domingo, 22 de julio de 2007

POEMARIO DEL AYER


ASI COMO ME VES (1998)

Así como me ves
Altanera y orgullosa...
Soy débil como una hoja de otoño
Que cae y se va con el viento.

La misma mirada firme
Cuando de frente apuñalo
En el lugar exacto de tu corazón,
A veces deja caer gotas silenciosas
De soledad desesperada.

Así como me ves
Engreída y envolvente...
Soy insegura, como las flores del camino
Que nacen para morir.

La misma sonrisa presente
Está vacía cuando estoy triste
Y deambulo por las respuestas
Refugiándome en nostalgias
De un mañana libre.



AUTOCONSEJO (1999)

No te quedes mirando el horizonte
hasta que oscurezca;
mira la puesta de sol, deléitate con ella,
toma tus cosas, tu vida y camina
dejando huellas en la arena.

No esperes que la oscuridad
te encuentre sentado en la orilla,
porque despertarás y ya no sabrás
hacia donde caminar.

Cada momento será la antesala de otro;
Cada segundo será al antecesor de muchos.

Disfruta paso a paso
Pero no ensucies lo que pueda venir;
no sea que quizás mañana
no te refresque el agua,
si no te traiga enfermedad.

Lo auténtico vale el oro del cofre sellado;
Las piezas desparramadas no sirven
para la belleza completa;
El mapa sin pistas no sirve de nada...

¡¡No sea que te pierdas en tu misma morada!!

2 comentarios:

BELMAR dijo...

...Me gustó tu enfoque lírico y des-construcción conceptual!

BELMAR dijo...








Nicolás...

"Encuentro con los Gitanos"...

en "Cuentos de Gitanos".



« Aquella fría mañana despertó junto a la salida del sol… la habitación todavía no tenía cortinas así que los primeros rayos de luz atravesaron las sábanas y frazadas como colándose entre las fibras. Ya habían pasado tres días desde que había regresado a la casa que muchos años antes había sido su hogar. Había probado algunos alimentos y bebido mucho alcohol para olvidar, para dejar de sentir el dolor y la ansiedad de no tener una buena dosis recorriendo sus venas, llevándolo a lugares lejanos y placenteros, haciéndolo parte de un cosmos que abrazaba sus piernas y penetraba sus ojos claros, casi azules, casi desdoblados sobre la ausente y acogedora almohada. »



BELMAR