lunes, 12 de mayo de 2008

Hoy, nuevamente es 13 de mayo

Ahora comprendo el cansancio de mis manos
las ganas de seguir durmiendo eternamente
mis ojos soñolientos y con ganas de no mirar el mundo
mis ganas de salir corriendo del planeta, de huir de este ruido,
desaparecer hasta de mí misma.

Hoy es 13 de mayo y vuelve la ansiedad nocturna
de estar anesteciada del cuerpo y del alma
de las manos sudorosas, los escalofrios de la espalda y las lágrimas silenciosas.

Hoy es 13 de mayo y estoy sola en medio de un otoño menos frío, pero otoño al fin
donde se recobra la tristeza de despedidas no asumidas
de oscuridades de desierto sin estrellas,
donde busco los recuerdos que no tengo para volver a creer que estuve, que fue, que pasó
pero a la ves no quiero volver, no quiero estar, no quiero saber que pasó.

Hoy es 13 de mayo de los tantos mayos que vendrán sin esperarlos
y mi cuerpo me reclama que me quede así en silencio rumiando esta pena
y las luces se vuelven a cruzar, y los sueños desaparecen y aparezco en medio de la nada.

Hoy es 13 de mayo, pero de otro mayo con otro olor
con la certeza que mañana ya no habrán ni heridas, ni dolores, ni huellas, ni ausencias...

Hoy es 13 de mayo y sigo aquí, tan llena y tan vacía a la ves
sólo con la fiel convicción que todo ha pasado y la vida sigue siendo vida, a pesar del dolor.